Por #plantauno | «Vivimos en tiempos perturbadores, tiempos confusos, tiempos turbios y problemáticos. La tarea es volvernos capaces (todos los seres sobre la tierra) de dar respuesta de manera recíproca… Los tiempos confusos están anegados de dolor y alegría; pero también de un resurgimiento necesario (…)

La tarea es generar líneas de conexión ingeniosas como una práctica para aprender a vivir y morir bien de forma recíproca (otra vez) en un presente denso. Nuestra tarea es generar problemas, suscitar respuestas potentes a acontecimientos devastadores, aquietar aguas turbulentas y reconstruir lugares tranquilos. En tiempos de urgencia, es tentador tratar el problema imaginando la construcción de un futuro seguro… (sin embargo), seguir con el problema requiere aprender a estar verdaderamente presentes, no como un eje que se esfuma entre pasados horribles o edénicos y futuros apocalípticos o de salvación, sino como bichos mortales entrelazados en multitudes configuraciones inacabadas de lugares, tiempos, materias, significados…» Dona J. Haraway, Seguir con el problema. (1) 

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Durante años, siglos incluso, hemos empeñado los esfuerzos del espíritu, de la ficción y de la imaginación primero; de la ciencia, la ingeniería aeroespacial y la inteligencia artificial después, en tratar de responder a la pregunta sobre si estamos o no verdaderamente solas en el planeta y el universo. Pero la compañía nos rodeaba desde el principio y nosotras, no habíamos querido atender a sus cordiales invitaciones para cohabitar el mundo. Sin embargo, en pleno apogeo de las inteligencias no humanas, en el extremo más radical de la descorporeización de las relaciones sociales; en los albores de la fatiga climática y la transformación medioambiental; en el inicio de un cambio de época, hemos volteado, finalmente, a mirar las otredades.

Lo cierto es que nunca hemos estado solas. No hay solistas, sólo hay acompañamiento, canta al respecto el poeta afroamericano Fred Moten. Las propuestas y reflexiones contemporáneas que hoy destacan en los campos del arte, la filosofía, la cultura y sus múltiples cruces, parecen más atentas que nunca a esta puerta que deberíamos haber abierto ya hace mucho tiempo. La puerta del reconocimiento, la puerta del acompañamiento. La de la interdependencia y la co-constitución con las especificidades distintas; con los otros millones de seres que habitan junto a nosotras el tiempo y el espacio. #ecosistemasinterseccionales es una nueva línea de investigación de #plantauno que se asoma a este campo abierto, sembrado de un mundo infinito de singularidades. Su objetivo es ensayar, si acaso, respuestas a las provocaciones de los nuevos materialismos, y al anhelo de crear mundos de manera conjunta, en compañía, en simpoiesis (2).

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¿Qué?

#ecosistemasinterseccionales es un programa abierto de actividades-piezas, para presentar diversas experiencias culturales, que abordan uno de los retos más urgentes de la sociedad presente y su porvenir. La necesidad de devenir juntas para poder responder a la pregunta sobre cómo vivir, cómo crecer o cómo prosperar en un planeta herido (Anna Tsing, The Mushroom at the End of the World). O más aún, sobre qué significa hacer cultura en este nuevo e incierto escenario de mutaciones biológicas, tecnológicas, políticas, especistas y liminales… El giro hacia las naturoculturas, hacia la idea de ser especies compañeras y en compañía con el mundo animal y vegetal, pero no sólo eso. También y sobre todo, la atención a las intersecciones que dan complejidad y riqueza a este presente de apariencia tan adversa. El cruce de personas y de especies, de disciplinas y de creencias, de singularidades y de identidades. La necesaria reconquista del cuerpo, la otredad significativa y el camino hacia el descubrimiento de nuevas maneras de reciprocidad.

Ante la emergencia y la extinción que no es ya sólo producto de la ficción sino una posibilidad material concreta, nos atrevemos a seguir, junto a Haraway, con la revisión del problema de estar juntas. Y lo hacemos desde lo que nos incumbe: mediante visiones, perspectivas, proyectos y procesos artísticos y culturales muy diversos. Cultura, arte, filosofía, tecnologías, juego; identidades en movimiento, interseccionalidad y feminismos; ecologismo y nuevas perspectivas para refundar el antropoceno (y hasta cultura holística). O, si se quiere, estímulos que nos ayuden a imaginar alternativas para pasar de la distopía a las nuevas utopías.

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¿Cómo?

Hace algunos meses hacíamos pública una reflexión acerca de la necesidad de ensayar formas nuevas de generar actividad en un contexto como el actual, limitado en recursos, espacios, proximidades físicas y certezas. Una invitación a desprogramarnos en nuestras inercias para intentar nuevas formas, nuevas dinámicas, nuevos formatos, nuevos errores. Le llamamos #des y desde ese momento, se ha convertido en un filtro desde el cual imaginar nuestras acciones. Si el QUÉ de nuestras próximas actividades a desarrollar desde #plantauno son estos #ecosistemasinterseccionales, el cómo es #des. #des como desactivar, como deshabitar, como descomponer. #des como desatascar, como desordenar… desprender, deshacer, desligar; desarticular, despertar, desear, des, des, des… #des para desconfinarnos, #des para desprogramarnos, #des para volver a comenzar…

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¿Con quién?

Puedes consultar algunas de las piezas/actividades generadas dentro de esta línea de investigación en este blog y en el perfil de Instagram de #plantauno:@plantauno_f22

 (1) Traducción de Helen Torres, Editorial Consonni, Bilbao 2019. (2)  Generar-con (3) Cristina Rivera Garza en conversación con Dona J. Haraway. Museo Universitario de Arte Contemporáneo MUAC. 03 de febrero de 2021, Ciudad de México, México.

Imagen: Catalina Estrada: https://catalinaestrada.com