El capitán del ejército polaco, ex Rey de Aragón y gran doctor en Patafísica, Ubú, instigado por su mujer, decide derrocar al Rey de Polonia Venceslao, con la ayuda del Capitán Bordura y su ejército, instalando una terrible tiranía […]. Broguelas, hijo del antiguo rey, logra escapar de la matanza de su familia, acudiendo al apoyo del zar de Rusia, quien le concede el control de un ejército para poder recuperar su corona. Mientras, Ubú rey sube los impuestos a cifras inconcebibles, castigando a pequeños y grandes comerciantes, haciendo constante uso corrupto de su poder, asesinando a jueces, banqueros y notables. ¿Cómo cabe todo esto dentro de una sofisticada casa burguesa del interior de París? ¿Qué lugar ocupa ese derrotero de disputas en medio de una cena familiar del siglo XXI, con sus rituales y sus personajes (invitados y anfitriones)? ¿Cuáles son, en fin, los espacios de fricción, más allá de la política, donde esas luchas de poder y dinero tienen lugar en el escenario actual?

La respuesta la encontramos en la última versión de Ubú Rey, la multiadaptada obra del proverbial Alfred Jarry que, en el lejano 1896 en que fue estrenada, causó agravio y sensación por su carácter rupturista y transgresor. Su mirada irónica sobre la ambición, su crítica directa acerca de la megalomanía de la clase dominante, su irreverencia sobre las costumbres burguesas, y su atrevimiento formal, le valieron ser considerada la obra precursora del surrealismo y del teatro del absurdo. Estas poderosas razones de tipo histórico se unen a la nueva apuesta de la compañía británica Cheel By Jowl, y al talento de la reconocida pareja Delcan Donellan (director) / Nick Ormerod (escenógrafo), para volver imprescindible el visionado de esta obra.

Donellan y Ormerod se alejan de la referencia explícita al poder de contornos políticos y sitúan su Ubú en medio de una elegante cena familiar. La madre, el padre, los invitados; el hijo de la pareja mirando todo a través del objetivo de una cámara portátil. Toda una panoplia de recursos escénicos girando a su alrededor que actualizan y redimensionan la ya de por sí célebre pieza de Jarry.

Con esta nueva versión de Ubú Rey, Trànsit Projectes sigue incursionando poco a poco en la producción teatral aunque sea de forma tangencial. Si ya lo hacíamos hace algunos meses, colaborando en parte de la producción de la última puesta en escena de Àlex Rigola, la adaptación del relato de Roberto Bolaño, El policía de las ratas; en esta ocasión la apuesta es por la producción ejecutiva local de Ubú Rey, en concreto para la presentación de la obra en Barcelona, dentro de las actividades del Festival Grec 2014. Un material mucho más antiguo que el de Rigola-Bolaño pero, como han demostrado sus continuas adaptaciones a lo largo de los años, absolutamente contemporáneo.

La obra estará presentándose en Barcelona del 17 al 20 de julio en el Teatre Lliure – Sala Fabià Puigserver. Todas las funciones son a las 20:30 h (duración 105 min). El espectáculo es en idioma francés con subtítulos en catalán. Precio de entrada: 30€.

“Sin señalar a nadie, su Ubú se convierte en una delirante lucha generacional. Un matrimonio recibe en casa a unos amigos mientras el hijo adolescente de aquel se dedica a grabar la velada con una cámara de video, siguiendo los movimientos de sus padres ya desde los preparativos. Y será en su mente donde este grupo de burgueses perderá su discreto encanto para luchar por la corona del rey Wenceslao. Será la tensión que genera la mirada del hijo, un poco al estilo de Haneke en Funny Games, la que nos pondrá sobre aviso y la que no permitirá que los monstruos salgan impunes.” Ha dicho Begoña Barrena sobre esta adaptación en Cultura del periódico El País