Hace apenas un par de días apareció en la sección cultural del periódico barcelonés La Vanguardia, esta interesante conversación. Un repaso desde el ceno de la actividad cultural de Barcelona y Cataluña, que hace pensar también en las problemáticas con las que se enfrenta hoy el sector tanto a nivel nacional como a escala global[…] Un panorama marcado por las limitaciones pero al mismo tiempo alentado por los cambios de paradigma en la mayoría de las disciplinas artísticas.

“El tejido cultural se está desmembrando”, sentencia fatalista un grupo variopinto de agentes que La Vanguardia ha reunido para dar voz a la actualidad del mundo cultural: el director del Teatre Lliure, Lluís Pasqual; el del festival Temporada Alta, Salvador Sunyer; el del MNAC, Pepe Serra; el del Mercat de les Flors, Francesc Casadesús; el presidente del patronato de la Fundació Tàpies, Xavier Antich, y el profesor de la Universidad Pompeu Fabra Antonio Monegal. Juntos se aventuran en una cruda descripción de las situaciones que están viviendo en primera persona desde su papel activo en el hacer cultural, con la intención de ofrecernos su diagnóstico y su visión de futuro.

La necesidad de una mayor presencia de las reivindicaciones a favor de la actividad cultural mermada por los recortes; la pertinencia de una autocrítica hecha desde dentro de las instituciones y los agentes culturales; la evidencia de un problema de fondo que hace de esta una crisis sistémica ante la que la cultura debería imponerse como vía de cambio; la reivindicación de los presupuestos hacia la cultura como una inversión y no como un gasto; la exigencia, a pesar del tópico, de la cultura como un bien de primera necesidad junto a la educación y la sanidad; el cada vez más creciente déficit entre las infraestructuras creadas durante los años de mayor bonanza económica y la incapacidad actual para generar y financiar contenidos con los que llenarlas

Estas y muchas otras temáticas son abordadas por este grupo de especialistas en una conversación que nos parece muy pertinente abordar en este espacio. Si en los últimos meses hemos insistido en una postura más cercana a la independencia, enumerando, analizando e inventariando agentes y propuestas alternativas y en gran medida periféricas, hoy toca el turno a una reflexión similar pero hecha desde una vertiente más institucional del sector.

Si las aludidas propuestas alternativas están sin duda marcando las pautas de cómo y hacia dónde dirigir las iniciativas culturales del siglo 21 y su panorama de implosiones mediáticas y sobre todo de complejas redes inteligentes; la postura de estos espacios mucho más sólidos y de mayor envergadura y alcance nos ayudan a ir completando ese mapa del actual escenario cultural. Un espacio, al igual que muchos otros en nuestra sociedad, marcado por la reformulación de los valores que hasta hace muy poco habían regido nuestro continuo trayecto hacia la modernidad, y que hoy, ligado de forma indistinta a las limitaciones marcadas por la crisis económica, está padeciendo su consecuente inestabilidad. 

Aquí un extracto de la conversación, disponible completa en la página web del periódico La Vanguardia.