¿Qué es una NFT y cuál es su relación con la blockchain? ¿Podemos utilizar la blockchain de forma sostenible? ¿Estamos (realmente) frente a la revolución tecnológica más grande de la historia? ¿Hay nuevas oportunidades para los artistas excluidos de los circuitos artísticos convencionales frente a este escenario? ¿Cuál es el impacto ambiental que genera su uso? ¿Podemos medir la huella de carbono de una sola transacción de bitcoin?La experta en asesoría jurídica en gestión de proyectos culturales, tecnológicos y sostenibles Julieta Amado, lanza esta pertinente y variada batería de preguntas alrededor de un tema que abre uno de los debates de mayor actualidad en lo que al cruce entre arte, economía/mercado, creación digital y cultura se refiere. Lo hace en el marco de una conversación abierta desde Trànsit Projectes y #plantauno alrededor de los NFTs, y que se inicia, justamente, con el curso práctico NFTs: arte, huella y otras perspectivas, que se impartirá en #plantauno (Av. Fabregada 22, 1era planta, Hospitalet de Llobregat​​​) el próximo 05/02. Por ahora, os compartimos esta segunda reflexión al respecto con ánimos de seguir dialogando. | Puedes consultar más sobre el programa del taller y apuntarte en este:  https://nft.sistemasculturales.net/

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PLANETA NO FUNGILE

Por Julieta Amado, experta en asesoría jurídica; gestión de proyectos culturales, tecnológicos y sostenibles

NFT (Non-Fungible Token), significa Token No Fungible, cuando algo es fungible puede intercambiarse y aun así tener el mismo valor, tal es el caso de un billete de 50 euros, o un bitcoin, si lo intercambio por uno similar, no hay afectación directa, ya que el valor que le asignamos a ambos billetes o monedas, es el mismo. 

Ahora bien “no fungible” es algo que no podemos sustituir, como una pieza de arte, o un NFT, y el “token” funciona como un certificado de autenticidad donde la información se almacena en una cadena de bloques que hace de base de datos segura, dentro de la red llamada “blockchain” (cadena de bloques). Se puede tokenizar cualquier cosa en una NFT, y para hacerla debes “acuñarla”, es decir: registrarla en la cadena de bloques, lo cual requiere energía.

A simple vista parecen un conjunto de palabras informáticas trendy, abstractas, y un tanto confusas de comprender, pero, según expertos tecnològicos de la talla de Elon Musk y Bill Gates, realmente es una obligación humanitaria comenzar a comprender su uso y potencial alcance.

El acceso a estas nuevas tecnologías está produciendo un cambio de paradigma, y facilitando la popularización de artistas históricamente marginados de los circuitos  artísticos convencionales, ya sea por falta de recursos o contactos. Los cuales, hoy en día, a través del blockchain, pueden subir a la red sus creaciones sin necesidad de intermediarios.

Ahora bien, imaginemos que estos nuevos usos, tal y como se vienen ejecutando actualmente, fueran una de las principales causas de contaminación del planeta debido a las emisiones de carbono que requieren para su operatividad ¿seguiríamos indiferentemente ajenos a su funcionamiento?

Si bien es cierto que esta revolución tecnológica está alterando a cualquier persona por el solo hecho de tener acceso a internet, también es cierto que está produciendo un daño ambiental devastador, aumentando las emisiones de carbono a una velocidad inconcebible e inviable para el planeta, fruto de la ambiciòn económica, su mal uso, y las lagunas legislativas en sus procesos.

“No fungible” es algo que no podemos sustituir, como una obra de arte, y el token funciona como un certificado de autenticidad donde la información se almacena en una cadena de bloques que hace de base de datos segura, llamada blockchain”.

¿CÓMO MEDIMOS SU IMPACTO ENERGÉTICO? ¿QUÉ ES LA HUELLA DE CARBONO?

La huella de carbono es un indicador ambiental que pretende reflejar la totalidad de gases invernadero utilizados directa o indirectamente por un individuo, organización, evento o producto/servicio. Y actúa como una herramienta de muestreo de conductas y acciones que contribuyen a aumentarla, fomentando la utilización más eficiente de recursos.

Al momento de alimentarnos, vestirnos, adquirir productos, utilizar servicios, comprar marcas, vehículos, entre otras cosas, vamos aumentando o disminuyendo nuestra propia huella de carbono, es decir, el impacto que dejamos en el ambiente.

Ahora bien: ¿cómo medimos la huella de carbono de una transacción de NFT? Comparemos una transacción de NFT con el uso promedio de energía de un ciudadano de la Comunidad

Europea:

UNA TRANSACCIÒN DE CRIPTO EQUIVALE A:

VUELO: 2 Horas (Berlin a Zurich).

?︎ LAPTOP: Encendida durante 3 años.

?COMPUTADORA: Encendida 10 AÑOS.

NFT : 340 KWH Energy usage.

?: Lo mismo que un hogar medio en EE.UU. durante tres días

Youtube: 8.000 horas viendo YouTube.

El red bitcoin utiliza anualmente más energía que la Argentina, (121 TWh), los Países Bajos (108,8 TWh)y los Emiratos Árabes Unidos (113,20 TWh).

*Fuente: University of Cambridge https://ccaf.io/cbeci/index/comparisons

*Fuente: University of Cambridge | https://ccaf.io/cbeci/index/comparisons

Aprobar una transacción de NFT, requiere inicialmente aprobar transacciones complejas que validan otras transacciones en otra parte de la red, y como recompensa se obtiene criptomoneda, este proceso es conocido como minería. El problema radica en que resolver estas ecuaciones complejas requiere una estructura de cómputo que en la actualidad es sostenida por redes que funcionan con combustibles fósiles.

“…El problema radica en que resolver estas ecuaciones complejas requiere una estructura de cómputo que en la actualidad es mayoritariamente sostenida por redes que funcionan con combustibles fósiles…”

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Palabras mayores: Elon Mask y Bill Gates. El gran consumo energético es el motivo por el cual Tesla dejó de aceptar la criptomoneda como método de pago, tal y como explicó su consejero delegado, Elon Musk, a través de una publicación en Twitter el 13 de mayo de 2021: “Estamos preocupados por el rápido incremento del uso de combustibles fósiles en el minado y las transacciones de bitcoin, especialmente el carbón, que es el que peores emisiones tiene de todos ellos”.

Además, añadió que si bien las criptomonedas “son una buena idea” y tienen un futuro “prometedor”, no puede ser a costa de tener un gran coste para el medio ambiente. 

“La criptomoneda “utiliza más electricidad por transacción que cualquier otro método conocido por la humanidad”, afirma Bill Gates… 

Actualmente China aprueba el 96% de las transacciones mundiales de Crypto. El problema principal radica en que la energía que se utiliza para esas aprobaciones proviene de combustibles fósiles (conocidos como energía sucia/no verde).

Por lo cual el 96% de las transacciones mundiales son aprobadas con energías sucias. Ahora bien, ¿Qué podemos hacer al respecto? En primer lugar, hacer la transición a mecanismos de consenso y minados más eficientes energéticamente. Algunas opciones:

1) Utilización de plataformas sostenibles tales como: Cardano (ADA), que funciona principalmente como moneda digital, pero también se puede utilizar para contratos digitales, DApps y otros fines. Burstcoin, SolarCoin, Bitgreen, Chìa, entre otras…

2) Creación/adecuaciòn de legislaciòn que prohíba y penalice el uso de energías sucias 3) Exigencia a las plataformas mayormente utilizadas el cambio de los métodos actuales de minado de criptomoneda.

Una de las formas de disminuir el impacto ambiental es la utilización de plataformas de criptomonedas sostenibles, que funcionen a través de energías sustentables. Utilizar redes que requieran estructuras menos complejas, puede ser una alternativa temporal. Sin ir más lejos, la segunda criptomoneda más conocida, ethereum, prometió cambiar en 2022, el sistema tradicional de minado por el sistema llamado “proof-of-stake”, que teóricamente consumirá un 99,5% menos. Lo cual indica que no es una imposibilidad técnica de las plataformas, sino puramente una decisión económica empresarial.

En lo que respecta a la legislación, se deben establecer prioritariamente los lineamientos respecto al uso de estas nuevas tecnologías, prohibiendo de forma radical el consumo energético ineficiente.

Tal como mencionamos antes, ya existen varias redes blockchain con un impacto ambiental por transacción mucho más bajo, y si la intenciòn es que sigan funcionando con mecanismos proof-of-work de consenso y minado tradicionales, la solución a largo plazo es “asegurarse de que la energía que se utiliza provenga en su totalidad de fuentes renovables”. 

“Una de las formas de disminuir el impacto ambiental es la utilización de plataformas de criptomonedas sostenibles”

LA CULPA NO ES DEL ARTISTA.

Probablemente el cryptoart sea el movimiento que, hasta el momento, más favorece el acceso de los creadores digitales al restringido mercado del arte. Los cuestionamiento críticos sobre la operatividad y las huellas medioambientales de este sistema, no recae directamente en el artista que busca involucrarse en las nuevas tendencias digitales. Sin embargo, tenemos la oportunidad de observar las implicaciones de una tecnología dañina antes de que esté profundamente arraigada en los sistemas sociales. Es nuestra obligación como agentes de cambio cultural, fomentar el uso responsable y la creación de plataformas sostenibles. Las cuales sin duda , no poseen actualmente los mismos ritmos y la celeridad que impone Silicon Valley, pero de seguro es el único camino posible.

Son los creadores digitales los que están modelando la arquitectura del próximo metaverso, hagámoslo sin perseguir fines corporativos ajenos que ensucien desde el inicio la esencia más pura de su arte. Lejos de ser los artífices de una revolución cultural democrática y evolutiva, nos transformará en los creadores de un planeta no fungible.