La compleja crisis ambiental global que hemos comenzado a atravesar en las últimas décadas, y cuyo devenir sigue pendulando en nuestras decisiones actuales, nos obliga a cuestionarnos las relaciones entre el ser humano y su entorno natural. El sector cultural y artístico juega un papel clave en este debate, ya que puede ser un espacio de reflexión y sensibilización muy propicio en torno a los desafíos que tenemos por delante; así como una plataforma que ayude a revisar las prácticas que son necesarias para la preservación del medio ambiente. Las políticas culturales deben ser capaces de responder a estos desafíos y promover líneas de gestión sostenibles y responsables con el patrimonio natural y, de forma más general, con el contexto de emergencia climática en el que nos encontramos. Continuar leyendo