Pocas obras son tan decisivas para entender las últimas décadas de América Latina como las de Néstor García Canclini. Con aportes que van desde las ciencias sociales hasta la novela –y que se despliegan, además, a lo largo de toda Iberoamérica– García Canclini ha sido un referente continuo y ubicuo en la reflexión en torno al devenir de la región en una multiplicidad de ámbitos. La editorial Gedisa hace llegar a los lectores una nueva faceta del pensador argentino, aquella que a través de la interacción, ensaya pensamiento sobre la marcha. Es para nosotras una alegría y un acontecimiento, participar de la publicación de estos diálogos reunidos en La interculturalidad y sus imaginarios (Conversaciones con Néstor García Canclini). Entrometernos, husmear desde detrás de la silla, o simplemente, hacer de interlocutoras silenciosas de estas conversaciones curadas y reinterpretadas con mucho mimo por Robin Adèle Greeley. Compartimos aquí, además de la alegría de esta publicación, nuestra pequeña aportación en forma de apertura/prólogo, a esta gran noticia en editorial para el mundo de la gestión y el pensamiento alrededor de la cultura.

* * *

Escucha encuadernada
(A manera de prólogo a las Conversaciones con Néstor García Canclini) Trànsit Projectes

Hay libros que se leen y libros que se escuchan. Libros que no sólo se abren para prestar los ojos y los oídos, sino que nacen de la propia escucha, como una conversación. Un diálogo que genera lecturas llenas de matices, de voces en vaivén, de memorias y de estímulos. Muchos de los que le seguimos, estaremos de acuerdo en que la obra de Néstor García Canclini forma parte de este diálogo. El libro coral que se despliega a continuación es una justa evidencia de dicha vocación. Porque este libro es en realidad pura escucha encuadernada; algo que, ya de por sí, es un milagro en esta época fugaz y fragmentada, donde la apuesta por la atención al otro parece una quimera inalcanzable. Pero que hoy, gracias a figuras como la de Néstor García Canclini, volvemos a poner en el centro. Un centro íntimo, inexpugnable.

Existe un fino vínculo entre la conversación y la conversión, y puede que sea esta la razón por la que conversar –con todas sus implicaciones–, más allá de un mero pulso entre posturas, genera reservas e incluso temores infundados. Resquemores que provocan que, lejos de reivindicar su inminente necesidad, la conversación y el diálogo queden cada vez más relegados de nuestras interacciones y nuestros principales empeños.

Desde Trànsit Projectes tuvimos la oportunidad de conversar con Néstor García Canclini en un ya lejano 2012, durante una de sus múltiples estancias en Barcelona. Siempre atento, con la escucha receptiva y fiel a su espíritu crítico, lo que el antropólogo argentino nos regaló entonces fue en realidad un espejo. Una invitación a repensarnos en y desde cada una de sus intervenciones. Por eso estamos tan orgullosos de colaborar en la divulgación de estas conversaciones, curadas con tanto mimo por Robin Adèle Greeley. Diálogos que nos convierten y convidan, no a un credo, sino a una apertura y a una sensibilidad hacia lo diverso que, sin caer en el optimismo desbordado o en el pesimismo avasallador, -como el propio Néstor comenta- logran aumentar nuestra mirada crítica.

Percepción y análisis, también perplejidad y duda. Todo eso recorre estas páginas a través de la voz de Canclini, y de un coro de interlocutores que resumen muy bien una forma particular de mirar y analizar las realidades iberoamericanas, siempre tan complejas, diversas y en construcción. En un tiempo de paradojas y etiquetas que unas veces nos simplifican y otras más nos confunden. Porque “antes podíamos atrincherarnos en un relato nacional o religioso, y creer que teníamos la explicación o la cosmovisión que nos situaba en el mundo, pero hoy estamos ante la evidencia que no hay tal Relato Unificador y lo que tenemos son muchísimas preguntas sin respuesta”.

Pero también, y en esto Canclini es especialmente optimista, un tiempo digno de ser vivido en plenitud. Un tiempo que nos pide a gritos la quietud necesaria para disponernos a escuchar, aprendiendo a cultivar la mirada crítica. La de Néstor y la de todo el elenco que lo acompaña (Rossana Reguillo, Andrea Giunta, Juan Villoro, Claudio Lomnitz, Eduardo Nivón; y especialmente Georges Yúdice y Alberto Quevedo, con quienes nos unen encuentros, conversaciones y sobremesas igualmente dignas de glosar). Una escucha que, de un modo u otro, se convierte progresivamente en un impulso, ese impulso que se identifica como propiamente estético o artístico y que, como explica el maestro, implica “trabajar con las disconformidades, con lo que todavía es posible, con lo que no se ha malogrado”.