En un ya lejano 2012 una iniciativa europea con algo de financiación, una serie de inquietudes que comenzaban a tomar forma en la ciudad, y el inquebrantable entusiasmo de @sarok (el más tecnófilo y procomunero de los miembros de nuestro equipo)[…]daban lugar al nacimiento de un prometedor proyecto: el Maker Convent. Un espacio para la fabricación digital que se define como un entorno de aprendizaje orientado a niños, adolescentes, adultos y familias, para jugar, diseñar y crear juntos. Reutilización de materiales cotidianos, experimentación y exploración abierta, creatividad, DIWO y una muy particular visión sobre lo que hoy se conoce como maker movement.

Cuatro años después, lo que comenzó siendo un rincón pequeño del centro cívico Convent de Sant Agustí (y un ejército de makers de por medio), ha ido tomando forma hasta convertirse en uno de los espacios maker alternativos dentro de la ciudad de Barcelona. Aprovechando su condición de agente satélite en ese escenario maker que ya explicaremos más adelante, desde Trànsit Projectes hemos comenzado a preguntarnos si no era ya necesario (re)pensar los temas de este proyecto desde dentro. Generando una dinámica que suele resultarnos muy propia: la de emprender una serie de reflexiones conceptuales sobre un campo de conocimiento que hemos ido aprendiendo desde la práctica.

Es por ello que nos hemos dado a la tarea de reunir a una serie de agentes pares que están generando conocimiento alrededor de esta temática. El objetivo es discutir sobre sus bases, sus nociones fundamentales y la percepción externa sobre el fenómeno, para orientar una posible aplicación, mucho más sensata y real, de un ideario que está concebido desde lo ciertas esferas de influencia norteamericana y que requiere una adecuación a nuestro contexto. Por ahora les adelantamos que las reuniones están en marcha y que todo el proceso tiene el horizonte de convertirse en un libro. Pronto estaremos informándoles más sobre este proceso. Por ahora os compartimos su punto de partida en este texto.

DECONSTRUYENDO UN MANIFIESTO MAKER. [Hacia una experiencia booksprint].

LOS FABLABS. En un artículo aparecido el pasado mes de abril en la sección de tecnología de The Guardian, se invitaba a mirar a Barcelona como un ejemplo ilustrativo en cuanto a la proliferación (e institucionalización) de los modelos FABLAB dentro del territorio de proximidad. Es instructivo, decían, mirar el caso de Barcelona, donde un programa para abrir una red de Ateneus de Fabricación digital en todos los distritos de la ciudad ha estado funcionando durante dos años.

Lo cierto es que los FABLABS son un movimiento mundial originado con anterioridad a esta reciente proliferación que ya se identifica con Barcelona. Nacieron como una iniciativa del MIT´s Centre for Bits and Atoms y desde sus inicios han estado vinculados a los preceptos de la cultura libre y el do it yourself, donde los miembros comparten las ideas, diseño, código e instrucciones para fabricar diferentes objetos. La mayoría de los ejemplos incluyen los llamados hackspaces, así como los makerspaces, ambos equipados con tecnologías contemporáneas como CAD, impresoras 3D, cortadoras láser, routers, etc. Pero más allá de las máquinas, hay todo un espacio fértil para la proliferación de iniciativas de valor y para la resolución de problemas. Es decir: para el trabajo con el territorio, el empoderamiento y aquello que Charles Leadbeater llamaba redes geniales[1]. Un entorno y unos objetivos con los que estamos absolutamente familiarizados tanto desde Trànsit Projectes, como desde el Centro cultural Convent de Sant Agustí.

La aseveración anterior se debe fundamentalmente a que, de los 440 FabLabs que hay en este momento en alrededor de 33 países, el Convent de Sant Agustí (espacio gestionado por Trànsit Projectes) ha acogido el nacimiento de uno de ellos. Se trata de un espacio independiente, fuera de la red de los Ateneus de Fabricación de la ciudad y por tanto, con una preocupación específica, centrada en las ideas de autoorganización relacionadas con el movimiento maker; pero igualmente preocupado por encontrar una forma eficaz, coherente y sobre todo de carácter social, que permita acercar estos laboratorio de creación a la comunidad: hablamos del proyecto MAKER CONVENT.

[1] Charles Leadbeater, investigador encargado de acuñar el término emprendedor social, insistía en que no existe la genialidad personal sino las redes geniales.

SOMOS MAKERS. Nuestro vínculo con este movimiento se basa en dos experiencias muy concretas. Una que, a su manera, funge de antecedente y creemos necesario recuperar. La implicación histórica de Trànsit Projectes en la gestión de los llamados Proyectos de educación tecnológica. La otra, como se ha comentado ya, en nuestro papel de generadores de uno de los espacios de fabricación más singulares de la ciudad: el MAKER CONVENT, del Convent de Sant Agustí.

EDUCACIÓN TECNOLÓGICA. La propuesta de Educación Tecnológica se desarrolló dentro del CIEPE, Centro de Iniciativas y Experimentación para Escolares de la Fundación La Caixa, durante los años 1984 al 2002. Su objetivo era acercar nuevos procesos de investigación y experimentación a los entornos no formales de aprendizaje, dirigidos tanto a escolares como a personas mayores. Desafortunadamente para los usuarios del servicio, el centro desapareció y con él los programas de formación en tecnología asociados, sin embargo, la semilla de ese proyecto supone un activo cuyo aprendizaje se puede rastrear en las numerosas experiencias de seminarios y workshops realizados en Uruguay, Paraguay, Chile y España; y en los susesivos proyectos generados bajo premisas similares.

Básicamente se trataba workshops con una metodología psicopedagógica basada en el constructivismo y la resolución de un problemas mediante el ensayo de soluciones posibles. Todo bajo la premisa de la manipulación, el aprendizaje de las herramientas mediante su uso, la tecnología accesible, el trabajo en común y lo que ahora hemos enmarcado bajo el término do it yourself. La práctica partía siempre de dos preceptos básicos: a) No explicar nada, dejando que el pensamiento colaborativo avanzase mediante la experimentación y el acceso a cualesquiera herramienta que se necesitase; b) Tratar de salir de las sesiones con más preguntas que respuestas, generando hallazgos, promoviendo el pensamiento deductivo y buscando en todo momento puentes a otros terrenos y procesos de aprendizaje. Es decir, trabajando como verdaderos makers.

MAKER CONVENT. El Convent de Sant Agustí es un centro cívico gestionado por Trànsit Projectes bajo tres ejes principales: el cuerpo y la mente, las nuevas tecnologías y audiovisuales, y la música. Su objetivo principal es acercar los nuevos sistemas de trabajo, comunicación y producción a la gente del barrio a través de la enseñanza de su utilización y aplicación en el día a día.

Siguiendo esta trayectoria el centro ha puesto en marcha desde el año 2012 el proyecto Maker Convent. Un espacio, donde no sólo se enseñan técnicas en electrónica, mecánica, robótica, diseño e impresión 3D, sino que también llevan a cabo proyectos que buscan solucionar problemas específicos en el territorio próximo al centro. Se trata de un auténtico makerspace donde se ofrecen herramientas útiles y asesoramiento profesional para llevar a cabo el desarrollo de ideas, prototipos y proyectos maker de forma colaborativa. Creando una comunidad con pasión por la tecnología, la difusión y el aprendizaje.

Maker Convent es un proyecto dirigido a todos los públicos y emprendedores, desde los más pequeños, con talleres infantiles diseñados para sus posibilidades y conocimientos; hasta las personas mayores, con proyectos como GRANS MAKERS, que ofrece dinámicas para acercar estas herramientas a los adultos mayores, y solucionar así problemas específicos vinculados con su condición.

DEL THINK DOING AL BOOK SPRINT. La práctica más reciente, el citado MAKER CONVENT, se enmarca dentro de una forma de trabajo habitual en los proyectos gestionados por Trànsit Projectes. El THINK DOING: el pensar y conceptualizar mientras experimentamos; el prototipar ejecutando. Una práctica muy cercana a la sensibilidad y las exigencias de nuestro tiempo. Esto no significa que el desarrollo de proyectos de este tipo carezca de un fundamente teórico, al contrario, el trabajo de experimentación requiere una continua revisión de las ideas.

Es por ello que consideramos que ha llegado el momento de dar un siguiente paso: sentar las bases formales de nuestra práctica. Esbozar un marco teórico y unas metodologías que funcionen como un código fuente propio de nuestro proyecto MAKER. Un código para manipular, replicar, compartir y continuar creando.  

Si nuestra forma de operar ha sido precisamente el think doing, qué mejor manera -nos preguntamos- de ordenar todo este pensamiento que bajo un proceso colaborativo y mediante una metodología vinculada con estos espacios de creación, una experiencia Book Sprint.

UNA EXPERIENCIA BOOK SPRINT. Un book sprint reúne a un grupo de personas especializadas en un tema concreto para producir un libro en un tiempo muy limitado (1 a 5 días). No hay pre-producción y el grupo es guiado por un facilitador desde el grado cero del proyecto hasta ver el libro publicado. Los libros producidos son contenido de alta calidad y están disponibles en los días posteriores al final del sprint a través de servicios de impresión bajo demanda y formatos de libros electrónicos.

En nuestro caso reuniremos a 10 especialistas que trabajen e investiguen entre el mundo maker y la gestión y producción de proyectos culturales vinculados con la cultura libre, para que una jornada intensiva den vida a un personalísimo manifiesto maker. Un documento orientado a la resolución de problemas en el territorio y el desarrollo cultural comunitario tal como hemos ido ejecutando desde MAKER CONVENT.

El posicionamiento de la publicación busca, justamente, situarse en el terreno intermedio entre la especialización tecnológica y su consiguiente entusiasmo, y el desarrollo de iniciativas autónomas, de carácter social, que buscan atender necesidades muy concretas y ven en el acceso a esta tecnología una posibilidad para solucionar sus problemáticas. Por lo tanto, los perfiles rondan las nuevas formas de gestión y conceptualización de proyectos culturales, y ponen un pie en las nociones de pro-común, cultura de guerrilla y emprendeduría social y cultural.

LA PREMISA DEL LIBRO: HACIA UN MANIFIESTO MAKER. El surgimiento y proliferación de este tipo de iniciativas, unidas al carácter abierto que ya hemos descrito de forma somera, han propiciado la aparición de un gran número de manifiestos maker de muy variado origen y orientación. A tal grado que podría afirmarse que es el género de autodescripción de estos proyectos. Algunos surgen siguiendo las premisas de un manifiesto en particular, otros promulgan el suyo propio tratando de adaptarlo a sus circunstancias e intereses. Si bien la mayoría cruza principios similares y enlaza directamente con los preceptos de la cultura DIY & DIWO, hay en ellos todo un manual de instrucciones tanto para operar en estos contextos como para cuestionar cómo y por qué se están haciendo o dejando de hacer ciertas prácticas maker.

Quizá el más popular de estos manifiestos sea The Maker Movement Manifesto de Mark Hatch (de reciente traducción en castellano gracias a César García de Makerspace Madrid), una serie de postulados que intentan tanto definir un entorno de trabajo al rededor de las prácticas maker, como establecer un listado de preceptos a seguir a favor de una especie de ética de lo maker. Es precisamente este texto el que Maker Convent a utilizado como base para estipular sus principios fundacionales de trabajo bajo la forma de este manifiesto: http://conventagusti.com/maker/manifiesto-makerconvent/.

A pesar de ese espíritu inicial, parecería que nos años de experiencia de por medio han hecho necesario repensar estas ideas, no sólo desde la propia práctica sino de lo que se considera el movimiento en general. Pues los preceptos y premisas de Hatch algunas veces parecerían dignas de refutarse. Quizá muy ambiciosas, o algo dulcificadas; tal vez confusas, o poco comprometidas, o lejanas a nuestro contexto e intereses. Es por eso que nos preguntamos  ¿Qué debe tener entonces un manifiesto de estas características? ¿Funciona para describir el fenómeno equivalente en España? ¿Es necesario refundar algunos de los preceptos? ¿Abolir o agregar otros?

La premisa de este libro es, justamente, tomar como modelo y pretexto el manifiesto de Hatch (y su versión hecha desde Maker Convent), para ponerlo a dialogar con el resto de manifiestos maker. Pero sobre todo interrogarlo, recortarlo, desmenuzarlo, reformularlo, expandirlo, y, a partir del afluente de ideas que haga surgir, generar un material más profundo, vinculado con su contexto, que aborde una metodología formal y arroje luz y respuestas sobre los retos de los laboratorios maker con respecto a su entorno, territorio y comunidad de origen.

HACER; COMPARTIR / DAR; APRENDER / JUEGO; HERRAMIENTAS; PARTICIPAR; SOPORTE; CAMBIO, serán entonces los bloques que compongan este futuro libro y que a la vez articulen las diferentes etapas de la experiencia book sprint.

Cabe insistir aquí que la finalidad de este ejercicio no es generar el nuevo manifiesto para MAKER CONVENT sino ir más allá y, a partir del documento existente, de su formato y, claro, del acercamiento que el proyecto mismo nos permite a estas practicas, generar un corpus textual y de ideas acerca de un tema que consideramos fundamental para las formas generar proyectos, procesos y bienes culturales en el presente. Un tema con el que, además, hemos estado vinculados históricamente desde muchas plataformas, iniciativas, organizaciones y colectivos.