El amplio mundo de los festivales musicales está abierto a una numerosa y algunas veces confusa variedad en la oferta de espectáculos[…] Es precisamente esa oferta extendida la que provoca que muchas de estas iniciativas busquen singularizarse para así atraer a un público interesado. La base de esta diferenciación es sin duda la tematización o especialización de los eventos, o, por el contrario, la emergencia de apuestas exageradamente eclécticas que en ocasiones rozan el pastiche. Si el universo musical ya es rico en matices, estilos y géneros, estos dos caminos potencian la abundancia de posibles especializaciones. Sin embargo, si son pocos los que optan por adentrarse en el mundo de la música clásica, son todavía menos los que se atreven a mirar un aspecto fundamental en el desarrollo de todo proyecto musical: la formación.

El Festival Internacional de Música de Tarragona, que este año llega a su duodécima edición, es un ejemplo cabal y muy activo de esta preocupación, pues, además de centrarse en la música clásica y sus variantes e intérpretes más actuales, ejerce una importante labor de diálogo, especialización y formación para músicos y alumnos intrépidos en el marco de sus actividades. El evento se divide en dos partes, por un lado se imparten una serie de cursos donde los músicos que nutren la cartelera del festival dan clase a los alumnos inscritos -tanto de l’Escola i Conservatori de Música de Tarragona como de otros centros externos o formación independiente-; por el otro, cada noche y durante la semana de transcurso del festival se celebran diferentes conciertos con sede en el Auditorio de la Fundación Caixa Tarragona.

Este año el festival tendrá lugar del 1 al 8 de julio inaugurando con una sesión previa el día 30 de junio. El edificio de l’Escola i Conservatori de Música de la Diputació de Tarragona es el encargado de albergar este consolidado evento, es allí, en la Casa Montoliu, donde se dan cita los mejores músicos del país y de Europa para compartir con los alumnos más osados, el goce especial de la música y el aprendizaje en la instrumentación. Aproximando a estos nuevos talentos a las figuras de la música actual con la ayuda de músicos de la talla de la excepcional violinista Rivka Golani o el contrabajista Thomas Martin, ya veteranos en este certamen.

El FIMT se define como un evento que aporta conocimiento y experiencia tanto por parte de los alumnos como de los profesores que imparten los cursos. Y es que durante estos días, ambas partes se nutren de las vivencias experimentadas a base de los años. Hay alumnos de todas las edades y niveles musicales, así como de diversas procedencias, desde el País Vasco hasta Londres, pasando, claro, por Cataluña. Todos ellos descubren la magia de la música y sus instrumentos –guitarra, flauta travesera, trompa, trombón, violín, viola, violonchelo y contrabajo-.

Durante estos días Tarragona vive la pasión por la música. Un espacio para que los iniciados y aprendices se encuentren y compartan con veteranos y laureados músicos, así como un foro abierto para que el público en general y la ciudad en particular se unan al disfrute de las diferentes interpretaciones. Una experiencia que bien vale la pena destacar y seguir de cerca. 

Puedes consultar aquí el programa y la información necesaria para inscribirte a los cursos.