Cada tanto aparece Vila-Matas. Uno asiste con gusto a los acontecimientos librescos de esta ciudad y de vez en cuando, el encuentro es inevitable, aparece la figura enigmática, aparentemente oscura, genial y al mismo tiempo cada vez más ligera, de Enrique Vila-Matas[…] Los avistamientos son tales que intentar retratar la Barcelona literaria de los últimos tiempos (como lo hacíamos en una de las entradas más recientes de este blog), es encontrarse con el escritor más francés de la literatura española en el segundo o tercero de los planos. La aparición ha ocurrido nuevamente y ha sido de lo más gustosa. Se trata de El dia de la Sípia, una especie de retrato a cuatro manos del autor de Bartleby y Compañía, presentado el pasado 02 de febrero en la Filmoteca de Cataluña y transmitido por el Canal33. Digo a cuatro manos porque el documentalista Emilio Manzano se aventura en trazar la figura de Vila-Matas mediante la estrategia de reunirle con Miquel Barceló en su estudio de París para, justamente, que éste le pinte, o como él mismo dice, despinte, uno de sus singulares retratos blancos.

La película es un ‘spin-off’ de un documental mayor que Manzano prepara desde hace años sobre el escritor barcelonés bajo el título de Extraña forma de vida. Según cuentan, el encuentro lo propició el propio Barceló, quien, al enterarse de que Vila-Matas estaba en París junto a Manzano, le citó para pintarle. El resultado es una charla plagada de referencias que traen a la mente los recuerdos de felices lecturas. Siempre bajo la promesa de ver integrarse en la pantalla las dos facetas de un escritor que entre su vocación por la literatura del silencio, la constricción y la caminata meditativa; se une a la fiesta del arte y explora la ligereza que sólo puede brindarnos el final de una época. 

Parecería que por momentos la conocida técnica de Barceló, despintar un lienzo negro utilizando los efectos de la lejía para retratar en negativo, fue diseñada explícitamente para retratar a Vila-Matas. Porque lo que surge de ese encuentro no es más que un continuo borramiento, una especie de fundido que va eliminando las capas y dando a conocer las caras disímiles de un Vila-Matas capaz de verse desde todos los ángulos posibles. El recluta adolescente que en Melilla comienza a escribir, aburrido, una novela en la trastienda de un cuartel. El joven letra herido que frecuenta ambientes intelectuales en Barcelona y Palma, donde conoce a la que merece las dedicatorias de todos sus libros posteriores. El hombre, hijo sin hijos, aficionado a la bebida, que fracasa mejor, lejos y cerca de Veracruz y de París. El escritor que, a fuerza de insistir, descubre el verdadero gusto por la escritura, y prefiere no hacerlo, y explora el abismo… y recorre el boulevard de los pasos perdidos en busca de una lógica distinta del arte y del paseo… Y todo gira alrededor de la idea de camuflarse en un determinado ambiente, tal como hacen la sepias, dice Laura Fernández en una nota de El Mundo sobre esta hermosa pieza.

En fin, que si el entusiasmo es el que ya puede verse, lo único que resta es sumergirse en El dia de la Sípia y su sutileza, su diversión y sus extraños hallazgos. Vale la pena re-visitar así a Vila-Matas; así que bienvenido de nuevo, señor Enrique.

El dia de la sípia – Tràiler from Pickwick Films on Vimeo.

Puedes ver el documental completo en la web del Canal33: http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/el-documental/el-dia-de-la-sipia/video/5581924/